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Los calambres musculares son una de las condiciones más comunes en ejercicio de alta intensidad.
A pesar de que existe una elevada incidencia, existe un hueco sobre su etiología y factores de riesgo: indaguemos lo que se conoce y por qué existen estos calambres.
En la bibliografía de la medicina deportiva, se conocen como “Calambres Musculares Asociados al Ejercicio” (CMAE) 1,2,3,4 que se caracterizan por ser una contracción dolorosa, espasmódica e involuntaria del músculo esquelético, que se produce durante o después del ejercicio y con una duración de 1 a 3 minutos.
Los primeros casos que se dieron fue en unos jornaleros que trabajaban en condiciones calurosas y de elevada humedad y que también se acompañaba de una alta sudoración.6,7 Se empezó a identificar que los calambres provenían por una pérdida de electrolitos y deshidratación, realizándose una clasificación de “calambres de calor”. Sin embargo, también se empezaron a presentar en individuos nadador@s que realizaban ejercicio en temperaturas moderadas a frías.
Por lo anterior, no se podía concluir que el calor fuera la causa directa de los calambres.
Conforme avanzó la investigación sobre los calambres, creció la evidencia sobre la relación entre éstos y la fatiga muscular, debido a que el control neuromuscular se altera por la demanda del esfuerzo físico.
Sin embargo, los calambres también se presentaron en el área clínica, en personas que se les realizaba hemodiálisis. Aunque se desconoce una parte de su etiología, se sabe que es debido a los cambios de la osmolaridad plasmática y alteración de las concentraciones de sodio.10
Las alteraciones en las concentraciones de los electrolitos también producía calambres en el músculo en reposo. Asimismo, en la mayoría de los atletas que presentaron CMAE, se produjeron en grupos musculares con contracciones repetidas. 12
Al día de hoy, la bibliografía nos dice que la etiología de los calambres es debido a una alteración en las concentraciones de los electrolitos.
Por lo anterior, es indispensable que previamente, durante y posterior al ejercicio, busques una una excelente hidratación que abarque los electrolitos esenciales: cloro, sodio y calcio para inhibir un episodio de calambres.
En resumen, hay evidencia que sostiene que la alteración en la osmolaridad del suero y la alteración de las concentraciones de electrolitos séricos, pueden provocar calambres.
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Debes beber con regularidad, no demasiado a la vez durante la sesión, para asegurarse de que tu cuerpo pueda absorber el líquido. Para mantenerte hidratado durante la sesión, puedes configurar un recordatorio de bebida para que se repita en una frecuencia de tiempo elegida, según las condiciones externas y sus propias preferencias.
Si el clima es caluroso y estás listo para una sesión de alta intensidad, debes establecer recordatorios más frecuentes. Esto es especialmente importante si no estás acostumbrado a competir en climas cálidos.
Cuando tienes sed, ya estás deshidratado, lo que significa que tu nivel de rendimiento ya ha bajado. Con el recordatorio de bebida, aseguras beber oportunamente.
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Referencias:
1. Jung AP, Bishop PA, Al Nawwas A, et al (2005). Influence of Hydration and Electrolyte Supplementation on Incidence and Time to Onset of Exercise-Associated Muscle Cramps. J Athl Train 40:715
2. Schwellnus MP, Nicol J, Laubscher R, et al (2004). Serum electrolyte concentrations and hydration status are not associated with exercise associated muscle cramping (EAMC) in distance runners. Br J Sports Med 38:48892
3. Sulzer NU, Schwellnus MP, Noakes TD (2005). Serum electrolytes in Ironman triathletes with exercise-associated muscle cramping. Med Sci Sports Exerc 37:1081-5
4. Schwellnus MP, Derman EW, Noakes TD (1997). Aetiology of skeletal muscle cramps-during exercise: a novel hypothesis. J Sports Sci 15:277-85
5. Edsall DL (1908). New disorder from heat: A disorder due to exposure to intense heat. JAMA 11:1969-71.408
6. Talbot HT (1935). Heat cramps. Medicine 14:323-76
7. 12. Cooper ER, Ferrara MS, Broglio SP (2006). Exertional heat illness and environmental conditions during a single football season in the southeast. J Athl Train 41:332-6
8. Robertson JW (1988). Medical problems in mass participation runs: Recommendations. Sports Med 6:261-70
9. Stiller S, Bonnie-Schorn E, Grassmann A, et al (2001). A critical review of sodium profiling for hemodialysis. Semin Dial 14:337
10. Schwellnus MP (1999). Skeletal Muscle Cramps During Exercise. Phys Sportsmed 27:109-15
11.Schwellnus MP, Drew N, Collins M (2008). Muscle cramping in athletes--risk factors, clinical assessment, and management. Clin Sports Med 27:183
12.Eichner ER (1999). Heat cramps: Salt is simplest, most effective antidote. Sports Med Digest 21:88
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